Es un tema que me apasiona, para qué negarlo, pero desde la lejanía más absoluta, y eso tampoco se puede negar. Del tiburón, esa especie de incalculable belleza y exacerbada depredación, se ha escrito muchas cosas, se han visto miles y miles de fotografías por los mares. No está de más recordarlo en una serie de instantáneas, por ejemplo, las colgadas por Gusman en La Taberna de Gusman (el tiburón blanco enseñando su gran sonrisa). Y hablando de sonrisas, fantástica la noticia que he podido leer a través de menéame, donde Bruce Yates ha alcanzado el premio a la mejor fotografía del 2008 en los Windland Smith Rice Awards al lograr capturar la imagen de un tiburón enseñando su peculiar dentadura sonriendo, o al menos parece estar sonriendo demonios. Otra imágen curiosa, esta vez la de un tiburón más grande, recogida en Miami en 1913, de proporciones gigantescas.
También resulta bastante interesante ver la siguiente captura (1920), donde vemos a unos señores presumiendo de captura:
locaso pero para a mi que no existe
ResponderEliminaresto me llega al culo por don de sale mi22j8423333rx
ResponderEliminarLo de la sonrisa es una ironía eh, que ya sabemos todos que un tiburón no puede sonreir, pero es una manera de realizar una metáfora dando a entender que nos muestra su dentadura esplendorosa XD
ResponderEliminar