miércoles, 19 de octubre de 2011

Criticar el movimiento del 15M, 15O, etc. de manera totalmente distinta

No tienen nada que ver las maneras de criticar el movimiento de manifestaciones, salidas multitudinarias a las calles de numerosas ciudades, protestas de determinados grupos sociales desde el famoso 15-M-trasladado a este pasado 15-O, de Aznar con las que expone Zygmunt Bauman, filósofo de la "modernidad" líquida. Donde uno cae en el desprestigio más chabacano que podamos pensar, intentando restar importancia a una serie de hechos que son más que incuestionables, universales- y nunca mejor dicho tras la avalancha de protestas en todo el mundo- Bauman establece una serie de puntos que son muy interesantes y que aún siendo discutibles algunas cosas, su discurso es coherente y fundamentado; nada que ver con la verborrea exagerada y fuera de lugar del ex presidente del gobierno.

Sobre Bauman, a groso modo, viene a decir que todo este movimiento es emergente, pero como tiene carácter emocional, puede que se enfríe, añadiendo la importancia de que sí puede que tenga un poder destructivo, la emoción en sí, pero no para construir. También piensa si este movimiento será igual cuando la crisis termine, un nuevo ciclo surja y se desarrollen nuevos acontecimientos. En cierto modo Bauman toca muchos temas peliagudos como son aquellos donde se determinan que el movimiento no es consecuencia directa de la crisis y sí de la inoperencia de dirigentes políticos, el fraude de un sistema electoral caduco, el tema de los mercados, la corrupción insultante y exagerada, etc. Puede entonces que esta ola de manifestaciones no esté sustentada en muchos de los puntos de las asambleas y programas de determinados grupos sociales y sí sea una consecuencia muy directa de la crisis financiera internacional que estamos sufriendo. Está claro que toca temas muy cojonudos este filósofo.

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