sábado, 29 de septiembre de 2012

El mito de Prometeo


El universo Alien es más complejo de lo que parece, más si vemos cómo se inició toda esta andadura con la excelsa primera obra cinematográfica de Ridley Scott del año 1978, obviando toda la literatura que existe a tal caso, poniendo como premisa una cinta donde la ciencia ficción y el género del terror se mezclaban a la perfección. Con el paso de los años, Scott ha visto con buenos ojos hacer una revisión a modo de precuela para dar respuesta a los orígenes de esta afamada saga. Sin entrar en vislumbrar numerosos detalles de la franquicia, es de recibo comentar el exacerbado estudio por el detalle que tiene Ridley Scott a la hora de filmar y de llevar a cabo sus proyectos-solamente tenemos que echar un vistazo muy pormenorizado a películas suyas como Blade Runner o El Reino de los cielos- en sus versiones director’s cut-. Con Prometheus esto se ha llevado a rajatabla.

Prometheus intenta ser un punto de partida a lo anteriormente expuesto y también intenta ser pretenciosa desde el punto de vista filosófico/existencial ya que no solamente se queda en explicar el origen del mortífero alienígena, sino que intenta abordar pilares tan importantes sobre qué somos, de dónde venimos y preguntas de ese estilo. Hasta esos límites ha querido llegar Scott en esta película. El mito del Prometeo- de ahí Prometheus- es de sobras conocida y narra las acciones de los dioses contra los humanos, creaciones suyas, por el uso del fuego, la creación de la caja de Pandora donde se guardaba todo esos males creados por los humanos dejando la esperanza como único fin a su salvación. Scott coge ese mito y basa su argumento potencial y lo asemeja a su magnífica obra: unos “ingenieros” (dioses) que nos han creado y descubren temerosos, llegados al caso, en qué nos hemos convertido. A través de toda esta retahíla se encuentra detalles de ciencia-ficción maravillosas sobre genética, recombinación, mutaciones, cuestiones orgánicas y biológicas, sin entrar en detalles específicos del mismo, y que puede que a más de uno le provoque divergencias, pero que dejan abierta a la imaginación qué nos ha querido enseñar el bueno de Ridley en esta ocasión.

A mí me parece una película sobresaliente. Dejando de lado el guión, que sí que puede tener puntos discutibles-que se encuentren detrás guionistas del nefasto nivel de Damon Lindelof hace echar para atrás a cualquiera- y que el desarrollo de algunos personajes no rayan a buen nivel, aunque el papel de Theron o el androide David son maravillosos, o que la situación dentro del punto de vista militar o de una expedición a un planeta situado en el "quinto coño" del Universo, tenga un comportamiento por parte de dichos miembros, algo más creíble; la cinta sí que intenta ser coherente al menos con todo lo que es el universo Alien, envolverlo en unas bases para después, en películas posteriores, desarrollar más ideas. Intenta dar una explicación o un punto de partida inicial para sucesivas películas, una trilogía o lo que sea. La fotografía es exquisita, ambientándose en un planeta lejano, y los parajes donde se desarrolla la acción, tanto la nave como donde se encuentra el quid de todo, fantásticos. Sigo sin comprender muchas de las críticas expuestas tanto por prensa en general como por aficionados y fanáticos de la saga Alien que han visionado esta película como si de otra película de Alien al uso se tratara o como si no pasara por alto según qué licencias. Se podría hablar mucho, pero mucho de esta película. Una de las pocas obras que he visto recientemente que genera debate y más debate.

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