A montar algo sin saber cómo montarlo

Sin tener el suficiente tiempo como para desarrollar textos más o menos coherentes e hilvanados-seguimos sin tiempo para dedicarle al blog- sí que creo que deberíamos mencionar un tema, que es cuanto menos, sonrojante, y eso quedándonos cortos. Un proyecto que partía con unas premisas geniales, que se podía convertir en una manera loable de trasladar diversión, entretenimiento y algo de distracción a una serie de chavales que no lo están pasando nada bien; al final las cosas no han salido como tenían que salir-puede que por inexperiencia de los organizadores o porque han querido ir más allá de su labor gestora por puras y meras posturas pretenciosas y altivas-, realmente no lo sé y tampoco quiero pensar e ir más allá. El tema está en que cuando se organiza según qué eventos y colaboras con determinadas compañías y empresas, debemos seguir un convenio establecido por unas normas que se rijan a unos caminos legales establecidos, más cuando vas a recaudar pasta para donar. Pues bien, el embrollo de todo esto pueden leerlo aquí.